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Raúl Osiel Marroquín Reyes, conocido como “El Sádico” o “El Asesino del Arcoíris”, es uno de los asesinos seriales más notorios de México. Entre finales de 2005 y principios de 2006, perpetró una serie de secuestros y asesinatos dirigidos específicamente contra hombres homosexuales en la Ciudad de México, crímenes que conmocionaron a la sociedad y evidenciaron la violencia motivada por la homofobia.
Nació en Tampico, Tamaulipas el 1 de septiembre de 1980 y a pesar de venir de una familia honrada y de unos padres que le enseñaron "principios morales" se convirtió en uno de los asesinos más temidos en la primera década del 2000.
DE MILITAR A ASESINO SERIAL
Nacido el 1 de septiembre de 1980 en Tampico, Tamaulipas, Marroquín ingresó al Ejército Mexicano en 1999, donde alcanzó el grado de Sargento Segundo. Sin embargo, su carrera militar se vio truncada al dejar la escuela de médico militar por problemas económicos
MODUS OPERANDI: LA CAZA EN LA ZONA ROSA
Marroquín frecuentaba bares de la Zona Rosa, como el “Cabaretito Neón”, donde abordaba a hombres homosexuales con propuestas sentimentales o eróticas. Una vez ganada su confianza, los llevaba a su domicilio o a hoteles, donde los sometía a torturas, incluyendo asfixias repetidas hasta la muerte. Posteriormente, colocaba los cuerpos en maletas y los abandonaba en distintos puntos de la ciudad, como la estación del Metro Chabacano.
LAS VÍCTIMAS
Entre sus víctimas se encuentran:
• Jonathan Razo Ayala: secuestrado el 27 de octubre de 2005 y asesinado el 12 de noviembre.
• Ricardo López Hernández: secuestrado el 30 de noviembre de 2005 y asesinado el 9 de diciembre.
• Armando Rivas Pérez: secuestrado y asesinado el 16 de diciembre de 2005.
• Víctor Ángel Iván Gutiérrez Balderas: secuestrado el 16 de diciembre y asesinado el 22 de diciembre de 2005.
Además, se le atribuyen otros dos secuestros en los que las víctimas sobrevivieron.
¿Cuál es el perfil psicológico de Raúl Osiel Marroquín?
Los análisis psiquiátricos indican que Marroquín presentaba rasgos de sociopatía, carecía de empatía y mostraba una necesidad patológica de ejercer poder sobre sus víctimas. Aunque él mismo declaró no ser homofóbico, afirmaciones como “le hice un bien a la sociedad, pues esa gente hace que se maleé la infancia” revelan un profundo desprecio hacia la comunidad LGBT+.
CAPTURA Y SENTENCIA
Marroquín fue detenido el 23 de enero de 2006 en la Ciudad de México, esto tras abandonar una maleta con los restos de una de sus víctimas, cometió el "error" de dejarla en una calle dónde un transeúnte observó y checó la maleta, llamó a la policía y ellos dieron con Marroquín.
En 2008, fue condenado a casi 300 años de prisión por seis secuestros y cuatro homicidios. Actualmente cumple su sentencia en el Centro de Readaptación Social Varonil Santa Martha Acatitla.

IMPACTO Y REFLEXIÓN
El caso de Raúl Osiel Marroquín puso en evidencia la vulnerabilidad de la comunidad LGBT+ frente a crímenes de odio y la necesidad de políticas públicas que protejan a las minorías sexuales. Su historia es un recordatorio de que la intolerancia y la violencia pueden surgir incluso en contextos aparentemente cotidianos, y de la importancia de fomentar una sociedad más inclusiva y respetuosa.